Herpes zóster: los tres síntomas menos conocidos que causan complicaciones graves

La culebrilla es una infección viral que causa una erupción dolorosa. Algunas condiciones peligrosas pueden desarrollarse dentro de un mes de la erupción de la culebrilla y pueden provocar entumecimiento, dolor crónico o cicatrices que, si no se tratan, pueden provocar ceguera.



La complicación más común de la culebrilla se llama neuralgia posherpética (PHN).

Este dolor crónico continuo dura incluso después de que las lesiones de la piel hayan sanado.

El dolor puede ser severo en el área donde estaban presentes las ampollas.

La piel afectada puede ser muy sensible al calor y al frío.



Herpes zóster: Condiciones graves

Herpes zóster: los tres síntomas graves que conducen a afecciones importantes (Imagen: Getty Images)

El tratamiento temprano de la culebrilla puede prevenir la PHN.

Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Analgésicos
  • tratamiento con esteroides
  • Medicamentos antivirales
  • antidepresivos
  • anticonvulsivos
  • Agentes tópicos.

Una infección bacteriana de la piel donde ocurre la erupción es otra complicación menos conocida.



En raras ocasiones, las infecciones pueden provocar más problemas, como la muerte del tejido y la cicatrización.

Cuando ocurre una infección cerca o sobre los ojos, puede ocurrir una infección de la córnea.

Esto puede conducir a la ceguera temporal o permanente.

Herpes: dolor crónico



Herpes zóster: el dolor crónico es otro signo menos conocido (Imagen: Getty Images)

Es importante obtener asesoramiento del 111 lo antes posible si cree que tiene culebrilla, advierte el NHS.

Es posible que se necesiten medicamentos para acelerar el proceso de recuperación y evitar problemas más duraderos.

Es fundamental recibir tratamiento dentro de los tres días posteriores al inicio de los síntomas.

Erupción de la culebrilla

Lo más probable es que una erupción debido a la culebrilla se presente en una 'franja única' en un lado del cuerpo.

El sarpullido generalmente desaparecerá dentro de dos a cuatro semanas, pero hasta que se forme una costra, la persona afectada debe limitar su contacto social.

Es muy recomendable, si es posible, evitar el contacto con mujeres embarazadas que no hayan tenido varicela en el pasado y con bebés prematuros.